Cuidados especiales

La glucosa es una constante biológica que está regulada por la secreción automática de insulina. En ciertas enfermedades, como gripe, resfriados, gastroenteritis o infecciones en general, las necesidades de insulina pueden aumentar de manera muy importante. En las personas con diabetes, que tienen alterada la secreción de insulina, este mecanismo puede fracasar y aumentar peligrosamente la glucemia.
Para poder detectar a tiempo estas posibles complicaciones de la diabetes se llevan a cabo una serie de pruebas diagnósticas periódicas, como el análisis de sangre, en que además de controlar la glucemia se mira la función del riñón y las grasas en sangre.
Señales de alerta
El grado de descompensación de la diabetes debido a una enfermedad como las descritas puede ser muy variable, desde alteraciones inapreciables hasta importantes trastornos como por ejemplo la cetoacidosis.
La presencia de determinadas señales permite identificar el posible riesgo de descompensación:
- Aumento de la sed y de la cantidad de orina.
- Alteraciones del nivel de conciencia (por ejemplo confusión mental, somnolencia).
- Aparición de náuseas y especialmente vómitos que impiden una ingesta regular de líquidos y de alimentos.
- Elevación de la glucosa en sangre (superior a 360 mg/dL o 20mmol/L) y/o glucosa en orina fuertemente positiva.
- Acetona positiva en orina.
Recomendaciones
En caso de riesgo de descompensación de la diabetes, es importante:
- Controlar varias veces al día la glucosa en sangre.
- Determinar la acetona en orina, especialmente si se usa insulina.
- Tomar pequeñas y frecuentes cantidades de líquidos y alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción rápida. Se sugieren zumos de fruta, leche, caldos, infusiones, etc.
- Contactar con el equipo de salud en caso de duda o cuando fallen las medidas recomendadas.
Las hospitalizaciones debidas a descompensaciones de la diabetes se han reducido notablemente en los últimos años, gracias a una mayor difusión de este tipo de medidas. No obstante, todavía se producen muchos ingresos hospitalarios como consecuencia de no haber tomado las medidas adecuadas en el domicilio.
Resistencia a la insulina
La eficacia de la insulina (tanto la producida por el propio páncreas como la administrada por inyección) es distinta de unos individuos a otros, de modo que algunas personas (atletas, individuos muy delgados) precisan muy poca insulina para conseguir el efecto deseado, mientras que otros (obesos fundamentalmente) necesitan elevadas concentraciones de insulina para evitar que la glucemia ascienda. Esta última situación se conoce como resistencia a la insulina.
La resistencia a la insulina es una de las características principales de la diabetes tipo 2, de modo que con frecuencia estas personas tienen concentraciones de insulina en sangre iguales o superiores a otras que no padecen diabetes ya que su eficacia es menor.
La causa de la resistencia a la insulina en los pacientes con diabetes no es bien conocida pero se sabe que obedece a una base genética, se agrava con el sedentarismo y la ganancia de peso por acumulo de grasa, especialmente cuando ésta se deposita en la región abdominal.
Hipoglucemia
Se conoce con el nombre de hipoglucemia (hipo=bajo, glucemia = glucosa en sangre), el descenso del azúcar sanguíneo por debajo de una cifra considerada mínima, que es la de 70 mg/dL.
¿Por qué es importante mantener la glucosa en equilibrio ?
La glucosa es la fuente de energía principal que utilizan las células del organismo para su funcionamiento. A diferencia de otras células del organismo, las del cerebro dependen de forma casi exclusiva del suministro de glucosa, de modo que sufren especialmente con la hipoglucemia, pudiendo dar lugar a alteraciones graves.
¿Qué ocurre en el organismo cuando bajan los niveles de glucosa?
Cuando la glucosa escasea y las células del tejido nervioso no pueden ser nutridas normalmente, el organismo activa una serie de mecanismos para protegerse de la situación de peligro y para advertir al individuo que debe actuar con rapidez. Se produce la elevación de una serie de hormonas como la adrenalina, el cortisol, el glucagón y la hormona de crecimiento cuya finalidad es movilizar las reservas de glucosa que existen fundamentalmente en el hígado.
Síntomas
Se presentan de forma rápida y son variables de una persona a otra. Los más usuales son sudoración, palpitaciones, nerviosismo, sensación de hambre, debilidad y modificaciones en el comportamiento. Si no se corrige la situación pueden aparecer visión borrosa, dificultad para hablar, confusión mental y pérdida de conocimiento.
Causas
El descenso excesivo de la glucosa en personas con diabetes es debido a una dosis excesiva de insulina o de tabletas hipoglucemiantes o bien a la ingesta insuficiente de hidratos de carbono en una comida o bien a ejercicio físico inadecuado, o finalmente a una combinación de dos o más de estos factores.
Tratamiento
Ante la aparición de los primeros síntomas de hipoglucemia se debe tomar azúcar (3 terrones) o galletas (3-5 unidades) o un vaso (150 mL) de alguna bebida que contenga hidratos de carbono de rápida absorción (zumos de frutas, bebida de cola, etc…)
Los síntomas suelen ceder en 5-10 minutos.
Si la hipoglucemia es grave y existe disminución o pérdida de conciencia, no debe intentarse la ingestión de azúcar, otros alimentos o líquidos, sino que se precisa inyectar una ampolla de glucagón por vía subcutánea (se inyecta igual que la insulina) o intramuscular.
El glucagón moviliza las reservas de glucosa del organismo y hace efecto en unos 5-10 minutos. Tras la recuperación se deben tomar hidratos de carbono. Si la situación no se remonta, la persona afectada debe recibir asistencia médica inmediata.
Prevención de la hipoglucemia
- Ajuste de las dosis de los medicamentos a sus necesidades reales.
- Horario de alimentación regular en la medida de lo posible.
- Ingesta de cantidades moderadas de hidratos de carbono antes de ejercicios inusuales.
Hiperglucemia
Presenta niveles de glucemia en sangre mayor de 200 mg/dL. Puede ser asintomática u ocasionar algunos síntomas como sed excesiva, producción frecuente y abundante de orina y, si se mantiene en el tiempo, pérdida involuntaria de peso
En caso que no se trate tiempo, una hiperglucemia puede originar una cetosis, que se caracteriza por la aparición de cuerpos cetónicos en sangre, o una cetoacidosis, que, además, provoca una reducción del pH de la sangre que requiere tratamiento en un centro hospitalario.
La complicación aguda más grave es el coma hiperosmolar, que se produce por la deshidratación del cuerpo por la hiperglucemia y también requiere tratamiento hospitalario.
Fuente:https://www.solucionesparaladiabetes.com/diabetes/cuidados-especiales/